Short de mezclilla, pulóver azul a rayas rojas, medias blancas y tenis negros. «Esta es mi ropa para salir o para momentos importantes… Huele, también me unté colonia», y sonrió. El pequeño de ocho años permaneció sentado en el sillón mientras me mostraba el dibujo que agarraba en sus manos. «Lo hice ayer y se lo voy a regalar a mi mamá».
Eran alrededor de las nueve de la mañana de un sábado, y el niño la esperaba. «Cuando viene, jugamos en el parquecito, le enseño mis libretas, y a veces ella me canta canciones».